Su origen, según el libro de la leyenda del Táchira, es el siguiente: un cacique de la etnia de los uribantinos, deseoso de sembrar las tierras a ante la escasez de agua sembró un chícaro o totumo. Lo cubrió con tierra y espero siete lunas, al cabo de un tiempo el chícaro empezó a crecer y crecer; día a día aumentaba su tamaño . Una vez que hubo crecido lo suficiente sus aguas se desbordaron y fecundaron las tierras circundantes, luego se retiraron y quedó la laguna en su forma actual. Aquí vivió esta gente mucho tiempo, cultivando las tierras y pescando en la laguna. Con la llegada de los colonizadores, estos indígenas se retiraron a otras tierras, pero antes de retirarse maldijieron la laguna y la encantaron diciendo que el que la penetrara perecería. En la laguna se practica carpio, que ha crecido con éxito; se cultivaron otras especies como trucha, pero su producción no tuvo el crecimiento esperado. Sobre el misterio de la laguna se tejen muchas historias, como la de que se traga a la gente y a los animales, y por eso quienes la visitan ni siquiera se acercan a ella por precaución.